Un punteo detallado de lo que ocurre en las áreas urbanizadas de las principales localidades de nuestra región demuestra que hoy viven en superficies cerradas un 25% del total de poblaciones como La Calera, Villa Allende y Mendiolaza, con un tendencia en crecimiento porque muchos barrios se encuentran en etapa de ejecución y pueden extender este fenómeno por lo menos una década más, y elevar estos porcentajes cerca del 40%.
La sensación de que los countries y barrios cerrados en nuestra región crecen a un ritmo desmesurado es un acuerdo tácito que comparten funcionarios y sectores vinculados al mercado inmobiliario, pero sin parámetros concretos que reflejen con contundencia esa sensación.
El caso más complejo en el corredor es el de Candonga Tierra con Historia, un emprendimiento de 150 hectáreas, con 308 lotes, que se encuentra paralizado por cuestionamientos a los procedimientos de su autorización y posible afectación de la toma de agua que abastece del recurso a las localidades vecinas de Agua de Oro, El Manzano y Villa Cerro Azul.